miércoles, 9 de mayo de 2007

Las nuevas armas

Las guerras del siglo XXI ya no usan bombas nucleares ni armas biológicas para contener al rival. Ahora secuestran periodistas y amenazan los contrincantes con la vida del corresponsal.

Hablar de la libertad de prensa no tiene sentido ante el incumplimiento del derecho internacional que en teoría debería amparar a los periodistas enviados a guerras como la de Irak. En ella han muerto 167 periodistas en 4 años convirtiéndose en el conflicto más mortífero para la prensa desde la Segunda Guerra Mundial.

Desde la primera guerra mediatizada, la del Vietnam, que la figura del periodista es más vulnerable. Su función no sólo es la de informar sobre hechos descriptivos y manipulados por los bandos de la guerra. Ahora además le ha tocado ejercer en demasiados ocasiones la granada humana más potente para vencer al enemigo. Con un periodista secuestrado o muerto siempre se consigue más repercusión que atacando a un civil o un militar.

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