domingo, 27 de mayo de 2007

Ropa de usar y tirar

La Vanguardia abre hoy la sección de 'Sociedad' con un reportaje sobre la mala calidad que tiene la ropa actual. Los del sector del textil denuncian la falta de controles y el aumento de importación asiática. Ahora bien, ¿Esto es un problema para el consumidor?

Cada temporada las tendencias cambian y dejan la ropa del año anterior desfasada. A la vez, las modas se están radicalizando y diferenciando entre sí de tal modo que uno viste un año con pantalones de pata de elefante y al siguiente con unos de pitillo.

Luchar contra esta corriente de tendencias es cada vez más difícil. Las franquicias de ropa están monopolizando la mayor parte de zonas comerciales y sus productos son similares por no decir que iguales.

Este fenómeno podría ser consecuencia de una feroz alianza entre rivales para que cada seis meses la población renueve todo el vestuario sin posibilidad de reciclar los paños viejos. Partiendo de esta hipótesis, encaja la táctica de ofrecer ropa barata para que los mileuristas puedan vestir a la moda sin ir hasta el cuello de deudas. Y como buenos capitalistas globalizados, el producto será el más barato sin importar la calidad para obtener el máximo beneficio. Total, sólo se va a usar unos meses. El tiempo justo para que no se rompa.
Pero a todo ello le falta un elemento crucial: el seguimiento y aprobación del consumidor. Si cada temporada la ropa de las tiendas cambia por completo y es de menor calidad también es en parte culpa nuestra. La mayoría de nosotros seguimos el juego psicológico de querer ser aceptado e integrado por la mayoría, de no llamar la atención ni estar en un escalón inferior. Ir en traje, llevar los colores de la temporada, las deportivas de moda... lo que sea por causar una buena impresión y no desentonar.

1 comentario:

mim dijo...

Els que es dediquen a la moda de veritat, els portadors de tendències que llavors les altres marques copien, ja fa temps que diuen que no existeixen les temporades. que senzillament es renoven les col·leccions constantment però les temporades tal i com es coneixien abans ja no existeixen. Un efecte més d'aquesta societat marcada per l'efímer, la fragmentació, la superficialitat, el consum, etc etc